jardin

Todo el mundo necesita un vivero de revista, pero no todos saben cómo lograrlo. Algunos incluso piensan que no tienen un pulgar verde, y dejan que las malas hierbas asuman el control de sus patios.

Considerando todo esto, aquí le acompaña una noticia edificante. Lograr el vivero de tus fantasías es más sencillo de lo que sospechas. Es cuestión de abordarlo lenta y cuidadosamente y de no permitir que la insatisfacción te derrote. Así pues, he aquí las etapas fundamentales a seguir para llegar a tu objetivo, hacer un jardín de película.

Abandona tus sentimientos de inquietud

Lo principal es conseguirlo en un lugar alejado de mí que no puedes hacer realidad. Cualquiera puede hacer un vivero y mantenerlo en circunstancias ideales. Lo principal que a veces necesitamos es información fundamental y algo de inspiración. Por eso iremos poco a poco para que esta vez no te pierdas por el camino.

Fijarse y arrasar

Antes de empezar a plantar, lo principal es fijarse en los estados en que se encuentra el vivero. Aquí y allá rebosa de artículos sin sentido, plantas secas, macetas rotas y malas hierbas. Lo principal es eliminar cualquier artículo, planta o mala hierba que esté distorsionando el jardín. Tambien puedes leer: Frutas poco conocidas y con excelentes propiedades

Nada mejor que empezar sin ningún tipo de preparación. En el momento en que tengas un espacio libre, es más sencillo llenarlo poco a poco con las plantas que necesites. También puede jugar con los espacios moviendo las plantas (aún en sus macetas) por todo el vivero. Preséntalas en mejores lugares antes de establecerlas.

También es la ocasión ideal para surcar las principales capas de tierra y oxigenar la tierra, alterarla con estiércol natural o hidratarla con riegos profundos. Cuando el espacio esté sin rellenar verás en el caso de que sea necesario controlar bichos que podrían ser destructivos más adelante.

Establezca una estrategia

Procure no intentar hacerlo todo simultáneamente. Cuando tenga el espacio limpio, es cuestión de utilizar un poco la mente creativa. Reflexiona sobre lo que te gustaría encontrar en el vivero. Quizá sea un paraíso tropical cargado de heliconias, o tal vez uno con un pequeño lago donde plantar lotos o distintos tipos de plantas marinas.

Tu mente creativa no debe tener restricciones. De momento, si el plan financiero lo permite, ocúpate de los espacios gradualmente. Un fin de semana compras los hibiscos, al siguiente los girasoles y más tarde la mandevilla. Por mucho que sigas la primera disposición, tendrás algún proyecto de buenos tiempos para cada fin de semana.

Compras que encajanz en un vivero

Vivero

Dependiendo de dónde residas, habrá plantas que sean las más apropiadas para las condiciones atmosféricas de tu espacio. Si, por ejemplo, se acercan la primavera y el verano, nada mejor que adquirir ejemplares tropicales que soporten el sol y las temperaturas cálidas.

Gracias a la nueva mejora de las mezclas, conseguir plantas con gran protección frente a distintos climas es sencillo. En caso de duda, los viveros de cada espacio transmiten plantas bien definidas para esa zona. Sin embargo, en caso de que siga teniendo dudas, lea las marcas o pregunte a los agentes de la tienda, y entenderá qué tipo de planta está comprando.

Unir superficies y tonos

Algunas plantas brotan todo el año, pero otras florecen en épocas concretas. Para evitar que el vivero se alargue excesivamente sin variedad, mezcle las plantas con hojas brillantes o acabadas (begonias o ajuga) con las que brotan. De ese modo, cuando no haya flores, tendrá en cualquier caso espacios luminosos el resto del año.

Plantas de ocultación frente a las de sol

Otro detalle vital es asegurarse de comprar plantas en función de la zona. Si se trata de una zona de pleno sol, elige impatiens de sol, buganvillas, rosas, petunias SuperCal o cualquier planta que necesite mucha luz diurna.

Si se trata de una zona oscura, elija spathiphyllum, anturios, orquídeas, ajuga u otras plantas que aporten tono y vida a esas zonas oscuras. También puedes aprovechar y dar forma al vivero con arbustos de ficus.

El vivero tras la plantacion

Cuando tengas tus plantas perfectamente colocadas, riegue en profundidad y dales la oportunidad de adaptarse a la nueva zona. Riega por las mañanas, cuando el sol aún no calienta. Asimismo, asegúrese de conocer las necesidades de cada planta. Supongamos que necesitan menos riego, con qué frecuencia tratarlas o cuándo se espera su poda más memorable.

Puedes hacer un pequeño calendario en papel y pegarlo en la nevera. Allí podrá comprobar los días de riego, poda o tratamiento. ¿El resto? Básico. Cómprate una limonada, tu asiento número 1 y disfruta de tu nuevo espacio. Ya sea para reflexionar, descansar o disfrutar de las ventajas de la fuerza vital de la tierra.

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