Tener un cocotero en casa puede sonar inimaginable, sobre todo si se vive lejos de la selva, pero es más sencillo de lo que parece. A decir verdad, podemos desarrollar este cocotero podado dentro de nuestra casa sin problemas, en la remota posibilidad de que podamos garantizarle el entorno y los suplementos que necesita.
Para establecer el coco podado, debes conseguir un coco en buen estado. Puedes cogerlo de un cocotero cercano o comprarlo en un mercado. Deberías poder conseguir un cocotero en buen estado.
Suponiendo que el coco tenga un aspecto estupendo para plantarlo, deberías oír el líquido que hay en su interior. Además, debería ser extremadamente duro y no tener forma ni humedad en ninguna de las aberturas hacia el final.
Poco a poco para cultivar un coco enano
- Elimina toda la fibra de alrededor del coco, hasta que se vean las 3 aberturas.
- Dejar el coco rebajado en agua durante 5 días.
- Elimine con una cuchilla la capa superficial de una de las aberturas. Suponiendo que salga líquido, el coco no es apto para la recolección.
- Plántelo en una maceta de unos 30 cm de profundidad con un sustrato dispuesto con 2/4 de tierra, ¼ de arena y ¼ de turba. Debe estar cubierto, cerca de la superficie, y con las aberturas hacia arriba.
- Espolvoree un poco de sal en el sustrato.
- Riega hasta que la tierra esté totalmente húmeda y coloca la maceta en un lugar radiante o cálido.
El coco brotará en unos 3-5 meses.
El mejor clima para el coco
El coco, al ser un producto orgánico tropical, necesita temperaturas superiores a 16 °C, siendo estupendas las de 20 a 25 °C. Por eso, lo ideal es colocar la maceta cerca de una fuente de intensidad, como la cocina, donde también hay mayor pegajosidad, para que el coco pueda crecer. Tras la germinación, coloca la maceta donde reciba mucha luz.
Los cuidados que necesita el coco enano en maceta
Recuerde que la recurrencia de los cambios de riego según el medio ambiente en su espacio, sin embargo en general se hace 2-3 veces cada semana en las estaciones cálidas y cuando siete días en las estaciones frías.
Asimismo, para favorecer su desarrollo, es estupendo espolvorear sal en la tierra a intervalos regulares, antes de regar, y mejorar la tierra con humus, excrementos o abono no menos de una vez al año. También puede utilizar cáscaras de huevo, té de plátano o granos de café.
En cuanto al traslado a una maceta más grande, debe hacerse una vez al año desde el principio, y después como un reloj. Se necesita un poco de persistencia y consideración desde el principio, sin embargo, en poco tiempo se convertirá en una palmera brillante que iluminará positivamente su circunstancia actual.
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